Planta de Tratamiento de Efluentes para Bebidas y Refrescos

Cómo funciona una Estación de Tratamiento de Efluentes para Bebidas y Refrescos
En la Estación de Tratamiento de Efluentes para Bebidas y Refrescos de Águas Claras Engenharia, el efluente líquido, descartado de los procesos industriales, será dirigido al desbaste y, mediante bombeo por elevación, será enviado al ecualizador.
En el ecualizador se deberá realizar la corrección del pH y también la dosificación de nutrientes (F y N), y luego se enviará/bombeará al Reactor UASB de manta de lodo.
En el canal de alimentación del reactor se instalará una tubería de retorno al ecualizador, permitiendo el ajuste del caudal de alimentación del reactor. En el reactor anaeróbico de manta de lodo, los efluentes entran por la parte inferior, en flujo ascendente, pasando a través de un lecho de lodo denso y de alta actividad.
El perfil de sólidos en el reactor varía de muy denso y con partículas granulares de alta capacidad de sedimentación, cerca del fondo (lecho de lodo), hasta un lodo más disperso y ligero, cerca de la parte superior del reactor (manta de lodo).
La estabilización de la materia orgánica ocurre en todas las zonas de reacción (lecho y manta de lodo), siendo la mezcla del sistema promovida por el flujo ascendente de líquido y las burbujas de gas.
El efluente industrial sale del reactor por la parte sobrenadante de un decantador interno, ubicado en la parte superior del reactor. Un dispositivo de separación de gases y sólidos, situado debajo del decantador, evita que el flujo ascendente de los gases que se forman en los procesos de estabilización arrastre las partículas que se desprenden de la manta de lodo, permitiendo que estas regresen a la cámara de digestión, en lugar de ser arrastradas fuera del sistema.
Del reactor UASB, el líquido fluirá hacia el tanque de aireación para estabilizar la materia orgánica existente.
El tratamiento biológico secundario de la Estación de Tratamiento de Efluentes para Bebidas y Refrescos será el proceso de lodos activados, en el cual el agua residual entrante y las bacterias fijadas en forma de flocos de lodo activado se mezclan, agitan y airean íntimamente, con el fin de propiciar la floculación biológica en el tanque de aireación. Y, finalmente, la separación de los flocos del medio líquido en el decantador secundario.
El retorno de una parte de estos flocos al reactor biológico complementa el proceso, ayudando a aumentar la concentración de microorganismos en el interior del tanque aireado.
Una pequeña parte del lodo generado debe ser retirada del sistema para deshidratación, con el objetivo de reducir la humedad y el posterior descarte en un lugar apropiado. Este lodo se llama “lodo en exceso” y la carga de lodo retirada por día en relación con el volumen total de lodo en el reactor biológico determina la “edad del lodo”.
Para el espesamiento y deshidratación de los lodos descartados del sistema biológico, se utilizan lechos de secado o un espesor de lodos y filtro prensa. Al ingresar al tanque de aireación, los microorganismos están en baja concentración, pero encuentran condiciones ambientales extremadamente propicias para su desarrollo, es decir, hay alimento (sustrato) en abundancia y concentración adecuada de oxígeno disuelto.
Estas dos condiciones, junto con la presencia de nutrientes básicos, además de otros factores ambientales, como temperatura y pH, permiten que estos organismos se reproduzcan rápidamente y se agrupen, formando verdaderos flocos biológicos sobre los sólidos en suspensión, que sirven, entonces, de soporte y alimento.
La entrada de efluente al reactor de lodos activados se realiza a través de una tubería con descarga sumergida, casi en el fondo del tanque. Del reactor de lodos activados, el líquido sobrenadante fluye, por gravedad, hacia el decantador secundario. En este tanque, los flocos estabilizados, que aún contienen una razonable actividad microbiológica, son separados por decantación. Una parte del lodo biológico decantado regresa, mediante bombeo, al reactor de lodos activados y otra parte se dirige al espesamiento y deshidratación.
Del decantador secundario, el líquido sobrenadante pasa al tanque neutralizador que, junto con los efluentes generados en los lavados de envases, se desechan dentro de los correctos estándares, de acuerdo con la legislación ambiental.
Ventajas de la Estación de Tratamiento de Efluentes para Bebidas y Refrescos
- Atende integralmente las normas ambientales vigentes, como el CONAMA 430;
- Baja requisa de área para implementación;
- Alta eficiencia de tratamiento;
- Facilidad de operación;
- Sistema compacto y modular;
- Bajo consumo de energía;
- Bajo costo con productos químicos;
- Proceso automatizado;
- Fácil operación y control;
- Ausencia de olor;
- Ahorro de espacio;
- Todo el equipo en PRFV;
- Pintura epóxi;
- Plataforma de apoyo;
Flexibilidad: por ser proporcionado de forma modular, se pueden incorporar nuevos equipos, con el fin de aumentar aún más la capacidad de tratamiento, o incluso ser realocados parcial o totalmente a otros lugares;
Seguridad: los equipos construidos en fibra de vidrio reforzada garantizan una completa estanqueidad e impermeabilización, sin riesgo de fugas e infiltraciones en el suelo, evitando así la formación de pasivos ambientales;
Agilidad: los equipos salen de fábrica listos para ser instalados, de forma fácil, rápida y económica;
Estética: son totalmente cerrados y de formas agradables. Poseen eficiente control de posibles olores originados en la ETE;
Eficiencia: el Sistema de difusión de aire, proporcionado con el conjunto, confiere al sistema mayor rendimiento y aprovechamiento en el intercambio de oxígeno. El sistema de aireación por aire difuso tiene alta durabilidad y, principalmente, no permite depósitos, incrustaciones o atascos, incluso en severas condiciones de trabajo.